CUADERNO DE CANTABRIA

Una semana de Julio de 2011
  

 
 
 
 
 

         Elena, Encarna, el coche "pequeño pony" Cantabria y yo. Este cuaderno lo compré en Santillana del Mar y nos acompañó todo el viaje. En él fui registrando la indigestión de cocido, las meriendas a base de orujo, el vestuario totalmente equivocado, los plannings imposibles, las variedades gastronómicas que no dejamos pasar, las mil variedades de vino, los bermuts antes de almorzar, la lluvia, los catarros, la muerte de Amy Winghouse, el chocolate hirviendo en pleno Julio, los pueblos turísticos fantasma, los Picos de Europa, el vértigo, el hotel psico killer, las expectativas de fiesta no cumplidas, la alineación de los planetas para caer en Santander justo durante las fiestas, el coche que no corría cuesta arriba, la lluvia otra vez, la inauguraciones simultáneas en dos galerías pijas, los bocadillos, las piscinas desde el avión, las vacas limpias, y verde verde verde por todos lados.